Tres

En primer lugar, estimados lectores, es importante que sepan que este pequeño rincón en la web es un tipo de escaparate que recoge ideas y pensamientos de alguien que como ustedes, probablemente, se aventuró a estudiar después que salió del colegio, pero no cualquier estudio, universitarios señores, de esos que mas que formar para aprender a hacer algo en la vida deben propender, desde el punto de vista de este servidor, a ser alguien en la vida propia y luego en la de los demás.

Bajo el modelo educativo prusiano, ese que cobija a la nación colombiana, primero viene la primaria y luego la secundaria (nombres sumamente elocuentes y brillantes), pero después de eso, ¿qué viene?

Para bien nuestro, afortunadamente, no hay terciarias, lo que uno se enfrenta luego de recibir su diploma de bachiller son decisiones, qué carajos quiere hacer con su vida, - ¿quiere seguir estudiando? - ¿quiere trabajar? - ¿quiere irse del país a conquistar sueños? - ¿quiere casarse? - ¿que quiere uno?.
¿Nos prepararon acaso en algún momento para tomar este tipo de decisiones?
¿Es verdaderamente una decisión propia?

Los anteriores cuestionamientos son en parte retóricos, hay decisiones que se toman con convicción de acuerdo a los orígenes, a la formación recibida y a los gustos personales, pero hay otras que se toman caminando, en ambos casos, todas son susceptibles de ser exitosas, todas son susceptible de ser equivocadas.

Hay una decisión que en mi vida ha sido trascendental y es precisamente esa que tomé antes de terminar la secundaria, quería seguir estudiando, mas que para seguir memorizando datos que en algún momento un educador habría de evaluarme, para poder definir mejor el rol que siempre he querido desempeñar en la sociedad, en mi caso, brindando una mano.

En este momento estoy cursando sexto semestre de Ingeniería Industrial en la Universidad Nacional de Colombia y tengo la certeza que hoy tengo mas preguntas acerca del mundo y la vida misma del ser humano a comparación de cuando salí del colegio, la universidad ha sido hasta ahora la experiencia mas formadora en mi vida, no hablando en términos de datos y conocimientos que podría expresar, sino de reflexiones, recuerdos y compromisos, y puedo esperar que cuando lea este mismo escrito muchos años después seguiré recordando gratamente mi vida universitaria.

Decidir escribir en este blog es una muestra de esas decisiones que se toman por impulso y sin tener un objetivo claro, en parte surgió de querer entrar a estudiar en la UN, en otra parte tal vez solo por tener un lugar donde escribir.
En estos tres años, partir de mis experiencias, he tenido la infinita alegría de brindar manos a quienes compartieron primero la decisión de seguir estudiando (o tal vez empezar) y segundo en la Universidad Nacional de Colombia, de vincularme a otros proyectos educativos como Aspirantes UN Bogotá, de que alguien a quien no conozco le agradezca al blog por ayudarle a haber cumplido alguna meta, y muchísimos otros buenos recuerdos que puedo traer a mi mente hoy en este aniversario.

Tomar una decisión es como pararse en una cima y arrojar al viento un pequeña bola de nieve que desde que toca el suelo empieza a rodar y a crecer, y que con el transcurrir del tiempo lo sigue haciendo, todo lo que se puede dar alrededor es incalculable e inesperado, en este caso, hoy puedo decir que haber creado este blog fue una decisión fantástica, no por el tamaño que pueda tener esta bola, sino por todo el trayecto que ha recorrido con la fuerza que sus manos también nos han brindado.